Preikestolen (Noruega)
La subida hasta el gran púlpito de roca es una de las rutas más realizadas en Noruega recibiendo alrededor de 90.000 visitas al año. No por nada, ya que durante este recorrido de alrededor de cuatro horas se puede disfrutar de la naturaleza noruega en todo su esplendor.
Considerado por el gobierno noruego de dificultad media, no se debe pensar en esta ruta como un paseo por el campo. Aunque el hecho de que cada año familias con niños y personas de avanzada edad consigan llegar arriba demuestra que cualquiera con una condición física "normal" podrá subir sin problemas.
Cómo llegar a Preikestolen:
Partiendo desde Fiskepiren (Stavanger) tomamos un ferry que nos deja en Tau. En el propio ferry, se puede comprar el billete de autobús que nos llevará en 20 minutos hasta el parking desde donde comenzar la ruta. (Ambos servicios unos 25€ por persona. 200 coronas noruegas)
Algunos datos:
- El camino se encuentra balizado por "T"-s rojas, abreviatura de Turistforetning, por lo que no tiene pérdida alguna.
- Duración de unas 2 horas de subida, alrededor de 1:45 de bajada.
- Altura máxima: 604 metros verticales
- El camino se encuentra balizado por "T"-s rojas, abreviatura de Turistforetning, por lo que no tiene pérdida alguna.
- Duración de unas 2 horas de subida, alrededor de 1:45 de bajada.
- Altura máxima: 604 metros verticales
- La leyenda cuenta que el día en que siete hermanas se casen con siete hermanos este gran pedazo de roca se desprenderá y caerá sobre las heladas aguas del fiordo. Por suerte, no parece que tal acontecimiento se vaya a dar fácilmente por lo que podremos seguir disfrutando de esta maravilla de la naturaleza durante mucho tiempo.
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Subida a Preikestolen:
El camino serpentea entre montañas y lagos, típico paisaje de Noruega, combinando tramos bastante escarpados con otros prácticamente llanos. El camino comienza, como ya he dicho, en el parking, donde encontraréis servicios básicos y la típica tienda de souvenirs.
Por supuesto ninguna foto puede hacer honor a lo que verdaderamente se siente una vez arriba (y aún menos las mías) pero espero que las que os muestro os sirva para haceros una mínima idea de la grandeza del lugar.
Por supuesto ninguna foto puede hacer honor a lo que verdaderamente se siente una vez arriba (y aún menos las mías) pero espero que las que os muestro os sirva para haceros una mínima idea de la grandeza del lugar.
Primeros minutos
Avanzamos por un sendero estrecho, bordeando un lago. El camino no varía hasta llegar a una zona empantanada con una pasarela de madera.
Pasando este tramo comienza uno de las partes más escarpadas aunque no por ello especialmente peligrosa.
Una vez arriba recordamos porqué decidimos empezar a caminar. El trazado se allana y vislumbramos lo que parecen ser lagos y la cima de Lysefjord (fiordo de la luz). Aquí es donde muchos aprovechan para recuperar fuerzas tomando algún aperitivo.
Poco a poco empezarán a asomar las aguas del fiordo. A nosotros nos tocó un día un tanto desapacible, con lluvia y fuertes rachas de viento, por lo que había que asomarse con cautela para observar lo que poco después se encontraría a 600 metros vertivales bajo nuestros pies.
Es aquí donde se encuentra el tramo en el que más precaución debemos tener. El camino se vuelve un tanto estrecho pero caminando con cuidado no hay ningún peligro.
En unos minutos llegamos al deseado Preikestolen, el gran púlpito de piedra. Una vez arriba la gran formación rocosa hará de balcón al fiordo desde donde disfrutaremos de unas vistas impresionantes. El fiordo de Lyse se funde con el horizonte y es imposible, a pesar del fuerte viento, resistir la tentación de asomar la cabeza. Como podéis ver, ¡la técnica cuerpo a tierra es muy útil en esta situación!
Como muchos otros, subí con la ilusión de "colgarme" de sus 604 metros y sacarme la típica foto. Sin embargo, ésta se vio truncada por el excesivo viento que azotaba. Por lo que únicamente pude asomar la cabeza por la orilla cual soldado. Aún así, las vistas y la experiencia fueron excepcionales y Preikestolen quedó desde entonces anotado en mi lista de "Volver a visitar".
Vistas desde Preikestolen |